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jueves, 6 de abril de 2006

Crítica: Harry Potter y el Misterio del Príncipe (2ª Parte)

Bueno, lo prometido es deuda. He aquí el final de mi crítica del último libro de Harry Potter.




AVISO: EL SIGUIENTE TEXTO INCLUYE INFORMACIÓN ACERCA DE LA TRAMA DEL LIBRO. SI NO LO HABÉIS LEÍDO, Y NO QUERÉIS SABER NADA DE ANTEMANO, NO SIGÁIS LEYENDO.

Uno de los asuntos en los que Harry invertirá más tiempo es su sospecha de que Draco Malfoy planea hacer algo siniestro y descabellado en el colegio y que cuenta con ayuda, así como de convencer a los demás de que tiene razón ya que sus amigos no le dan crédito. Dumbledore por su cuenta iniciará una serie de clases particulares con Harry para prepararle ante su inminente enfrentamiento contra el señor oscuro y se revelarán datos nuevos y esclarecedores.

Lo que a Harry y otros tantos personajes también traerá de cabeza son los primeros amores, los primeros escarceos con el sexo contrario y todo lo que ello conlleva. En ese sentido, la autora británica pone un énfasis especial y nos hace recordar con nostalgia como nos sentíamos nosotros mismos con esa edad (15 ó 16 años) cuando veíamos a esa chica o chico que tanto nos gustaba en el colegio.

Y por supuesto no podemos olvidarnos del Príncipe Mestizo, un misterioso personaje que ayudará indirectamente a Harry en sus clases (aunque a Hermione no le hará ni pizca de gracia) y cuya identidad permanecerá oculta hasta prácticamente el final del libro.

Una de las cosas que más me ha gustado de este sexto libro, al margen del buen ritmo que lleva en todo momento, es como encajan algunas piezas del puzzle que forma la historia general. De este modo vemos como pequeños fragmentos de información que se nos habían facilitado en libros anteriores, ahora cobran un nuevo y revelador sentido que da una sensación de estar leyendo algo realmente sólido y que ha sido meditado y estudiado hasta el mínimo detalle.

El libro nos deja en todo momento un buen sabor de boca, está escrito con un léxico sencillo y rico al mismo tiempo, y cada vez está más claro que estamos ante un título de fantasía más que ante una obra de literatura infantil (lo cual no quita que los niños puedan seguir leyendo sus aventuras). Como pasa con anteriores tramas de la saga, a medida que avanza el curso se presentan nuevos retos e incógnitas sobre las cuales los protagonistas hacen todo tipo de teorías, y finalmente nos llevamos más de una sorpresa que en ningún momento nos habríamos esperado.

El final de este sexto libro es uno de los mejores y nos plantea muchas nuevas dudas, (tantas que casi parece imposible que se vayan a desvelar todas en el séptimo) algunas de las cuales hará que nos mordamos las uñas esperando al último libro. El misterio del Príncipe ha sido para mí el mejor de los libros de la saga de Harry Potter y consiguió mantenerme enganchado a él de principio a fin. Destacar la madurez que han adquirido todos sus personajes (dentro del margen que les da su aún temprana edad claro) y por poner un ejemplo hay una conversación entre Harry y el nuevo Ministro de Magia que no tiene precio. También quisiera añadir antes de terminar, que a pesar de encontrarnos con un cada vez más siniestro argumento, el libro está plagado de situaciones que conseguirán (al menos a mí me pasó) arrancarnos más de una sonrisa.

La Harry Potter manía está entre nosotros una vez más.