Y me llamarán "freaky"

Y digo yo, muchas de las personas que van por ahí descalificando y llamando frikies a los demás; ¿a qué se refieren exactamente? Freaky viene de Freak y en el contexto que nos ocupa significa extraño, inusual, excéntrico, bizarro, etc... (ha quedado claro, ¿verdad?). En el mundo; en la sociedad en la que vivimos, yo me pregunto ¿quién puede decir que es normal? Es más, ¿qué significa ser normal?

Porque vamos a ver una cosa, a mí me podrán llamar freaky, ¡y qué coño! para como está el mundo hasta me puedo sentir orgulloso en cierto modo de serlo. Soy freaky porque prefiero pasarme horas navegando que viendo la tele, soy freaky porque me puede apetecer más disfrutar una película en versión original que doblada, soy freaky porque gusto de procurarme mis entradas por Internet con cierta anticipación para un estreno de cine muy esperado, soy freaky porque hablo con personas que están a kilómetros de distancia a través de chats, en vez de usar el teléfono, soy freaky porque me adelanto al estreno de las temporadas de series que veo y las descargo en V.O. y no espero a que lleguen a nuestro país de...

Vale, pero ¿y si le damos la vuelta a la tortilla? Entonces yo vería como freakies a aquellos que gustan de hacer botellón todos los fines de semana, o los que siguen con admiración a los políticos de este país (o los de cualquiera, al fin y al cabo no hay tanta diferencia) o a los que siguen embobados desde sus casas programas del corazón, cotilleo o "reality shows", etc. Pero no, yo no les llamo frikies; además si lo hiciera sería un incomprendido porque un freaky es simplemente alguien con aficiones diferentes a lo que se supone que es "normal".

Luego por supuesto, está el caso del super-freaky que es aquel que simplemente tiene una afición a la que le dedica más tiempo y/o dinero que el resto de los mortales. A ese entonces se le califica como freaky en otra de sus acepciones, que en este caso es la de bicho raro o mostruo.

Yo mismo utilizo mucho el término (habitualmente en un sentido cómico y amable), aunque comienza a estar demasiado sobado. Pero si me pongo a pensarlo con detenimiento y profundidad no conozco a nadie que merezca ser nombrado como freaky en un sentido despectivo. Al menos no en persona, claro. A los que tengo el placer de no conocer en persona como ciertos directivos de la SGAE, a esos sí los llamo freakies; y que cada uno se imagine a qué acepción de las explicadas me refiero.

Buenas noches.

PD: Moi, va a ser que la sobredosis de A.P.R. en tu casa esta noche ha sido vinculante...