Literatura: La Fortaleza Digital

El éxito le sobrevino a nivel mundial con el Código Da Vinci y fue, a partir de entonces, cuando Dan Brown dejó de ser un desconocido y se ha convertido en uno de los escritores norteamericanos más lucrativos de los últimos años. Curiosamente la que le ha dado la fama mundial ha sido su última novela, y a partir de entonces en España se han ido publicando el resto de sus obras en orden inverso.

De hecho, la última en publicarse ha sido su primera novela. La Fortaleza Digital está plagada de los elementos que tan buenos resultados le han reportado, mucha tensión y sobretodo códigos secretos. En este caso concreto, lo que tiene en vilo a varios miembros de la NSA norteamericana es un presunto código informático indescifrable.

La novela goza de un buen ritmo y de unos personajes correctos, aunque el autor comete el error de entrar en un patrón muy similar de conducta que hace que podamos adivinar ciertas cosas. De resto no le pongo ningún pero excepto en una cosa.

Vamos a ver una cosa señor Brown, yo nunca me he considerado una persona especialmente patriótica pero parece mentira que usted que dice que tanto le gusta España y que tanto ama Sevilla (y proclama orgulloso que ha sido la única ciudad Europea que ha visitado en cuatro ocasiones, llevando incluso a su familia consigo para que la conozcan), como osa permitirse ciertas licencias tan poco afortunadas relacionadas con nuestro pequeño país. De lo que se desprende de su novela es que Sevilla es algo así como la capital española de la drogadicción, las prostituas, la policía corrupta y yo que sé que otras exageraciones. Pero lo que más me toca de lleno son sus alusiones a nuestro País en general. Nos describe como un pueblo de paletos subdesarrollados, con nula capacidad para resolver problemas o asumir responsabilidades; como una manada de palurdos dormidos en una aletargada nostalgia de tiempos pasados de conquista que viven en una precariedad tecnológica sólo comparable a la de países del tercer mundo.

Porque yo admito que nuestra seguridad social no es "el no va más", pero al menos es gratuita no como en su querido país. Y debo decirle que ni de lejos nuestras instalaciones sanitarias son el triste reflejo que usted intenta mostrar, ni los servicios de los aeropuertos son tan poco higiénicos, y por amor de Dios, si descolgamos un teléfono créame si le digo que no es una cuestión de azar conseguir entablar una conversación internacional.

Perdonen la perorata que me he metido, pero es que el señor Brown ha conseguido tocarme la fibra sensible, ¡quién lo iba a decir!

PD: No estoy de acuerdo con el gobierno ni la mayoría de políticos de nuestro país en muchas materias, pero al menos nosotros no tenemos a alguien como Bush en la presidencia, y encima reelegido por el pueblo.